La Última Foto

...o tres poderosas razones por las cuales los buzos técnicos “casi nunca” tomamos fotos

En el proceso de diseño de mi este website tecdiver.org, me resultó sumamente difícil conseguir fotos de buzos tec que fuesen familiares a nuestro entorno. Me atrevo a decir que cualquier buzo tec ha pensado al ver acercarse un mero gigante que vive en lo profundo, al contemplar un fondo de esponjas que se pierde a 60m, o el contraste de luz único al salir de una caverna “si tuviera una cámara aquí”, pero la verdad es que casi nunca llevamos cámaras, quieren saber algunas de las razones?

Primera: La misión es regresar vivos y coleando

El buceo técnico tiene retos únicos que nos mueven, como ver locaciones profundas, naufragios y espacios confinados a los cuales visitar con configuración recreativa representaría un riesgo inaceptable, o una apuesta muy estúpida. Pero siendo sinceros, cuando vamos más abajo, más lejos y por más tiempo, vemos cosas sorprendentes, memorables, que merecen documentarse en otros medios distintos a nuestras analógicas neuronas, y que a veces requieren algo mejor que nuestro testimonio para ser siquiera creíbles. Y no es que los buzos tec tengamos más propensión a inventar cuentos o a exagerar hasta dónde podemos llegar, sino que es como si a la mala fama de exagerados que ya tenemos todos los buzos, se le agregaran esteroides.

Pero una de las razones de no tomar fotos, y en general siquiera llevar cámara, radica en que casi todos los cursos de buceo técnico enseñan que el objetivo en cualquier inmersión que prevalece sobre cualquier otra misión, es que todos los buzos del team retornen a la superficie vivos y sin lesiones. Esto deriva del hecho que debemos tener las mínimas distracciones posibles de nuestro complejo protocolo de descompresión y cambio de gases. Por muy impresionante que sea lo que veas en un buceo técnico, si es hora de ascender, es hora de ascender y punto. Un par de minutos de descuido tiene repercusiones sobre tu seguridad y la de tus compañeros, mucho más severas que en buceo recreativo. Por eso de entrada la mayoría de quienes buceamos tec, no bajamos precisamente a “ver pececitos”, aunque suene a exceso de testosterona. Y sin querer ser despectivos, ese es precisamente el sujeto favorito de la mayoría de los fotógrafos que bucean, la fascinante fauna subacuática.

Segunda: Todo nuestro equipo es prescindible

En buceo técnico, cuando alguna parte del equipo se considera un impedimento para manejar una emergencia y completar la inmersión de una forma segura, es considerado desechable sin objeciones ni contemplaciones. La instrucción básica que debe quedarte del entrenamiento respecto al equipo que estorba en caso de enfrentar un problema es “bótalo”, no importa su costo, lo nuevo que sea, ni los años de servicio que haya podido prestarnos. Ya se imaginarán que es muy probable que una cámara sea como una gran rémora cuando debes manejar varios cilindros, con reguladores primarios y de respaldo, con dos o más mangueras en cada uno, más rieles, boyas, dos computadoras, herramientas de corte y eventualmente un canister. En el caso de los rebreathers, la preparación para entrar al agua es incluso más compleja, los planes igual de estrictos, y el bulto y los accesorios no menos aparatosos.

Ya estarán pensando muchos fotógrafos en su nueva Nikon con strobes y un case súper costoso siendo arrojados “porque estorban”, y me dirán “ni de vaina haría buceo técnico!!!”. Afortunadamente, si en algo ha ganado el buceo con los años, es que hoy existen prácticamente de todas las marcas modelos compactos de prestaciones aceptables. Tal vez no produzcan imágenes técnicamente competitivas para un concurso, pero bien utilizadas, por lo menos pueden salvar tu honor respecto al tamaño de aquel mero, o la profundidad a la que llegaste posando junto a la propela de un naufragio, o que fuiste capaz de nadar derecho, cargando cuatro cilindros a la vez y de que aún saliste caminando por la playa. Cuando yo comencé a bucear -hace más de diez años, las cámaras digitales se limitaban al uso profesional. Los equipos para fotografía subacuática eran todos analógicos y mucho más voluminosos que los de hoy, los sistemas “compactos” eran del tamaño de media caja de zapatos. La cámara ideal para un buzo técnico debe caber en un bolsillo (literalmente), y debe poder ser manipulada con una sola mano.

Tercera:Crush depth” (atención: no es el nombre de un nuevo juego en Facebook!)

Si ya las tareas de una inmersión tec típica –como el control del itinerario de profundidades, cambio de gases y paradas obligatorias de descompresión, y lo aparatoso de llevar equipo redundante son impedimentos para llevar una cámara, imagínate tener que preocuparte además por la profundidad máxima que soporta el equipo. En buceo tec, nos referimos a esta como “crush-depth”, porque en teoría, la presión aplastaría y/o inundaría al instrumento si lo llevas más profundo. Dado que usualmente superamos el límite de profundidad de 40m del buceo recreativo, es imperativo asegurarnos que todo el equipo haya sido garantizado por el fabricante para una crush-depth superior a la que planeas ir.

De ahí viene “La última foto”

Dicho todo lo anterior, quienes conocen del tema de la fotografía subacuática ya tendrán más de un comentario en mente. Antes que lo hagan, permítanme contarles sobre mi cámara digital Sealife Mini II, que en principio parecía una escogencia perfecta, porque no sólo está diseñada para aguantar golpes –como de tanque-contra-tanque, sino que literalmente cabe en un bolsillo, captura hasta 9 megapíxeles en fotos y 30fps en video con audio, tiene flash integrado y el menú y los botones son sumamente fáciles de manejar. Desafortunadamente duró menos de año y medio. La última foto la tomé casi a 60m a un Pez León, que muy campante andaba a esa profundidad (no se lo digan a mi madre!). No era la primera vez que abusaba de la pobre cámara, y lo hice simplemente porque me pareció gracioso que varias publicaciones dicen que el hábitat del Pez León no supera los 21m. Luego de este episodio la cámara se inundó irremediablemente y no puedo culpar al fabricante, porque las especificaciones decían que soportaba hasta 40m/135ft. No necesariamente se aplastó con la presión (de abuso) a los 60m/200ft, pero los botones deben haber dejado pasar agua al pulsarlos, pues se quedaron hundidos después de tomar la foto, hasta que ascendimos un poco. La tarjeta interna se sulfató, por suerte la microSD quedó intacta.

Desde entonces llevo meses buscando una nueva cámara que pueda soportar el abuso de profundidad y rudeza que requiere todo el equipo de buceo técnico. Pero hasta ahora no he encontrado ninguna compacta que baje más de 45m, y las versiones más recientes de las supercompactas GoPro Hero sólo están garantizadas hasta 60m/197ft en su carcaza estándar. Aunque hay carcazas y en general equipo más complejo que soporta hasta 230m/750ft, no son una opción a menos que te sobre dinero, porque recordemos que podrías tener que prescindir de ellos en caso de emergencia. Por los momentos he decidido intentar convencer a alguien que tenga una buena cámara subacuática para que haga un curso de buceo tec, si saben de alguien, avísenme!